El reparto equitativo de los apóstoles.

En la iglesia primitiva, si bien los nuevos cristianos abundaban en dádivas generosas y totales (llegando a vender todo lo que poseían), el fin de dichos recursos era compartirlo de un modo equitativo entre todos.

Es obvio que se continúa enseñando lo beneficioso que es dar, pero lamentablemente no se observa que el reparto se realice con certeza a quienes más lo necesiten.

Recordemos este pasaje:

Así que no había entre ellos ningún necesitado; porque todos los que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el precio de lo vendido, y lo ponían a los pies de los apóstoles; y se repartía a cada uno según su necesidad.
– Hechos 4:34-35

Las finanzas de una iglesia dicen mucho acerca de sus ministros. En algunas congregaciones se usa (con buen criterio) la publicación de cada balance de gastos y detalle del uso de los fondos recaudados.

Aún así, teniendo esa precaución de dejar las cuentas «claras y a la vista», se corre el riesgo de no ser un buen distribuidor de las recaudaciones voluntarias de los fieles.

Los tiempos pueden haber cambiado mucho, pero… ¿ha cambiado el Espíritu del Señor?

Que el Señor les bendiga !