La avaricia en la casa de Dios

En Lucas 16:13-15, leemos:

» Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.
Y oían también todas estas cosas los fariseos, que eran avaros, y se burlaban de él.
Entonces les dijo: Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos delante de los hombres; mas Dios conoce vuestros corazones; porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominación».

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La palabra es más clara que el agua. Sin embargo, muchos líderes de la actualidad siguen edificando sus hermosos templos bien cuidados, adornados con los más caros accesorios de la tecnología, con lo último de la moda en tendencias de estilo y glamour en diseño tanto de interiores como de exteriores.

¿En qué afecta esto a las ovejas? Mucho y en gran manera. Porque sus líderes debieran ser ejemplo, no de ostentación de bienes, sino de privación, de sumisión a Dios y de abnegación por la vida de las ovejas a su cargo.

Resulta interesante ver que muchos afirman que están dando su vida por cuidar «el templo». Pero olvidan que llaman «templo» a un edificio material, hecho por manos humanas y no al verdadero templo, creado según Dios a su misma semejanza y que corresponde al cuerpo de cada creyente que es Templo del Espíritu Santo. Ese templo, muchos más santo que el edificio tan atractivo que han levantado, es el que deberían cuidar con más temor.

En respuesta a la diferencia de ingresos entre un líder y una oveja, dirán en su defensa tonterías como éstas: «Pues, es claro que no tienen la fe suficiente para recibir en abundancia la prosperidad que Dios tiene para ellas».

Lamentablemente, es obvio que algunos líderes no dudan en continuar con la rapiña y la rapacidad sobre la carne de las ovejas a su cargo, señalándolas como «faltas de fe» cuando en ocasiones han sido de mucha más bendición a la obra del Señor por sus voluntarios trabajos y desvelos, que el mismo líder que está al frente colmado con la aberración de su avaricia.

Quiero aclarar que cuando me refiero a «ciertos líderes» no incluyo a todos. Conozco muchos que realmente son ejemplo. Pero, lamentablemente, abundan más los avaros.

No es necesario dar nombres (ni de unos, ni de otros) porque los frutos están a la vista y basta con estar atentos. Estos «grandes hombres de Dios» como les agrada ser llamados («midiéndose a sí mismos», como dice 2ª Corintios 10:12) viven en boca de muchos por sus grandes logros edilicios y de multitudes que escuchan absortos cuantas falsas enseñanzas se les ocurre poner en juego.

Muchos de éstos seguidores ingenuos, tristemente han abrazado la mentira que afirman a los gritos estos avaros desde su plataforma iluminada. Recordemos que «vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán (ellos mismos) maestros conforme a sus propias concupiscencias» 2ª Timoteo 4:3. O sea que la doctrina, debería sufrirse. Implica cierta carga de la cruz, el seguir esta doctrina cristiana. Sufrirla con gozo, es lo que nos alienta Pablo en todas sus cartas. Jamás se nos llama a ser hombres llenos de poder humano (que es el que produce el dinero en cantidad) sino que nos habla de otro poder que viene del amor y la obediencia a Dios. Pero, es cierto… Los días se están acortando demasiado pronto y hay muchos que se enfrían creyendo a la mentira.

Estos líderes, con palabras adornadas de sonidos exquisitos, de «ambiente espiritual» (así le llaman a la emoción de expectación que crean en la audiencia tras hacerles esperar eternidades para aparecer en escena -en otra clara intención de ser ellos mismos el centro de atención y no Cristo-) y una innumerable batería de entretenimientos tecnológicos, auditivos, sensitivos y visuales (incluyamos en los sensitivos a excelentes aires acondicionados, efectos de humo que pasan alrededor, máquinas de burbujas, luces y rayos láser que pasan cerca de la audiencia…). Todo esto, para «transmitir mejor el mensaje».

«Además…», argumentan, «si a la gente no les das esto no vienen»! Algunos intentan justificar el desparramo inútil que hacen de los recursos que las ovejas ponen en sus manos diciendo cosas tales como: «Jesús, si viviera, haría uso de toda la tecnología a su alcance para transmitir el mensaje».

Tal pareciera que en las congregaciones de la actualidad se ha cambiado (en algunos casos) el apetito por las cosas del Señor y el amor por los perdidos, por una incesante búsqueda de lo nuevo, lo «más costoso», lo «último», ya que, como éstos falsos profetas afirman, «para el Señor hay que dar lo mejor». Yo no dudo que debamos darle lo mejor al Señor, pero… ¿dinero? ¿Acaso a Dios lo convencemos con tan inferior ofrenda? En fin! Si así piensan estos líderes…

Agradezco al Señor que hasta el día de hoy me ha sostenido (sin abundancias, aclaro) dándome un trabajo para sostenerme sin necesidad de quitarle la lana a las ovejas. Preferiría morir de frío, antes que hacer semejante aberración. Y sería feliz, aún en ese caso. No porque espere morir. Sino porque confiaría en el Señor para abrigarme y si no lo hiciere, le alabaría de igual manera! Él es Quien Es. Y no importa cuántas cosas deba vivir en este mundo que a mi carne le puedan parecer dramáticas, las atravesaré con alegría «porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.»

Job 1:21 dice: «Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito.» Por lo tanto me gozo de padecer necesidades por momentos y agradezco las alegrías que me provoca ver la mano sustentadora de Dios levantándome nuevamente, vez tras vez.

Mi clamor a Dios es por los que deberían crecer en la fe, en la comunión con Dios, en la predicación de la palabra a los perdidos… y están perdiendo su tiempo en reuniones que les «entretienen» y les hacen creer que son para su «crecimiento» mientras el tiempo sigue pasando y quizá llevan 10, 20 ó 30 años de «cristiano» sin tener idea qué rumbo tomar en la vida y cuál es verdaderamente el propósito de Dios para sus vidas! Esto es mortal! Literalmente mortal! Pero no lo alcanzan a ver.

Lamentablemente, he visto en el correr de los años, congregaciones multitudinarias en donde los hermanos necesitados no son tenidos muy en cuenta, ni se les ayuda para sostenerlos o proveerles lo necesario. No lo digo a modo de queja, ya dije que en lo personal jamás me ha faltado el pan. Pero he visto que muchos, pudiendo ser ayudados o sostenidos por las ofrendas de los hermanos, eran dejados a un lado por gastos «más necesarios» según su criterio, que distaba mucho de ser el bíblico. «Es obvio que hay temas más urgentes que tratar, que atender a un hermano de poca fe que no supo aferrarse a la bendición económica por la que oramos la semana pasada», quizá afirmen con su mentalidad de empresa. «Salvo que el hermano sea útil, se deberá por todos los medios, desalentar a estos mendigos del siglo XXI que roben de lo que el Señor nos ha provisto para continuar expandiéndonos hacia la meta».

Siempre me pregunté cuál era esa «meta» de la que tanto hablan algunos sin detenerse jamás a pensar lo que están diciendo. Es bueno, para el mentiroso, poner hacia adelante un objetivo que cada día siga estando lejos: La llenura del Espíritu Santo (sí, hasta han usado esa figura), el hablar en lenguas, no han pasado 6 meses desde que comenzaste a congregarte… Cuando escucho estas tonterías, puestas como objeción para que un hermano comience a trabajar para el Señor en cualquier área, me pregunto: ¿Qué hizo el ladrón que estaba crucificado al lado de Jesús para que el Señor le diga: «De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso»? (Lucas 23:43). Es obvio que sólo creer. Ni siquiera se había bautizado! No predicó a nadie, no discipuló a nadie, no fue a ninguna iglesia… ¿Cuál es el impedimento que los hombres ponen en tu congregación para que los que creen en el Señor no comiencen a decir lo que han visto y oído? Realmente me encantaría saber qué tonterías usan algunos para limitar la extensión del reino de Dios con sus reparos!

A partir de varias idas y vueltas en el camino del Señor, creo firmemente que lo único que importa es mantener la comunión con el Señor y con algunos hermanos fieles a Él (y no a cualquier rito pagano con nombre espiritual -aún con intenciones de parecerse en algo al cristianismo-), y seguir Sus enseñanzas las cuales nos son impartidas mediante la palabra de Dios y gracias a la revelación que el Señor jamás niega a quienes la piden con fe.

No entiendo bien hacia dónde corren algunos líderes cristianos, pero creo que, invariablemente, la gran mayoría ha perdido el norte. ¿Por qué digo esto? Porque sucede lo siguiente y ya lo he visto en diversas «etapas» o «épocas» mal llamadas de «avivamiento»:

Suele aparecer alguien que dice haber recibido alguna revelación determinada de Dios. Primero lo miran como un extraterrestre y lo señalan y lo juzgan. Luego, cuando ven que llena sus edificios de gente, comienzan a dudar de lo que venían haciendo era del todo la obra de Dios. Preguntándose (ingenuamente en sus cavilaciones): «Cuando veo la gente que va a las reuniones que hace X, entiendo que esos «frutos» son deseables para mi propia congregación»

Luego oran. No tanto para conocer la voluntad de Dios al respecto, sino que, con toda pérdida de temor, insisten a Dios que lo que quieren es «ESO» mismo que han visto en las reuniones de «X»: tener sus servicios llenos de gente…

El Señor, suele responder a los que piden codornices, aún cuando sabe que las mismas pueden causarle la muerte (Números 11:31-34).

Y así se agranda el círculo. Aparece otro líder, de otra zona, que le comenta las maravillas que ha visto en ese lugar (dejándose llevar por la avaricia de querer poseer él también aquello, quizá -vamos a dejar cierta sombra de duda- creyendo que lo que ha visto viene de Dios por haber «sentido» algo amocional) y uno a uno, se van contagiando.

En lugar de orar, para saber cuál es la voluntad del Señor en este caso. Ven a tantos abrazar esa «forma» de reunión que caen rendidos ante la falsa y errónea evidencia de creer que, como otros líderes ya aceptan esto como cual cosa, no sería tan necesario consultar a Dios al respecto. «Es obvio, que si tantos líderes lo aceptan, todo es obra de Dios. ¿Cómo puedo ser yo la única persona que no lo vea?».

Amo al Señor con todo mi corazón. Pero cuando veo estas cosas mi angustia crece por el celo de las cosas santas. Y la unción que Dios a dado a ciertos líderes, se desparrama en tonterías que los atan más a este mundo. Quizá no alcanzan a verlo, porque corren de aquí para allá, confiados en que lo que hacen es la obra de Dios. Realmente es algo triste y digno de reflexionar. Debemos orar mucho, tanto por los avaros que saben lo que hacen y no temen a Dios (para que sean tocados por Dios, abran sus ojos y vean que el evangelio es mucho más sencillo y que Dios no les manda contruir catedrales, sino predicar el evangelio), como por las almas (de líderes y ovejas) que han caído en el error de Balaam (2ª Pedro 2:15-16).

Las ovejas escogidas por el Señor son santas. Mucho más que los materiales con que se contruyen muchos templos o los adornos con que se llenan sus interiores.

Si no cuidamos a las ovejas, su sangre nos pedirá Él de nuestras manos. Ellas son el templo del Señor. No el edificio.

En el camino de crecimiento de muchas congregaciones que abrazaron con tanto fervor todo este mover moderno, he visto cientos de hermanos perder su fe, consumidos por la realidad de la avaricia de estos hombres (a quienes no  juzgo, Dios lo hará). Sólo me duele, la realidad de las ovejas que otrora sirvieron con humildad y alegría al Señor, dejados de lado por el emporio de la religión y la conquista de posiciones de poder mal llamadas «espirituales».

Ah! Y me olvidaba de las veces que escuché citar, acerca de estas ovejas débiles, que «no he visto justo desamparado, ni su descendencia que mendigue pan» (Salmo 37:25b), como si no existiese en la biblia forma de enlazar todo su mensaje con el de Santiago.

Porque la biblia también tiene un libro del apóstol Santiago que hace referencia a la «Amonestación contra la parcialidad» en su capítulo 2, en donde dice (entre otras palabras de riquísima sabiduría):

«Y si un hermano o una hermana están desnudos,
y tienen necesidad del mantenimiento de cada día,
y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos,
pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha?
Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.»

Y a este aspecto de la iglesia me refiero, al de sostener a las ovejas con las ofrendas de las que más poseen. Para eso eran las ofrendas inicialmente, ya que en la iglesia primitiva compartían todos sus bienes para suplir «según la necesidad» de cada uno: «Así que no había entre ellos ningún necesitado; porque todos los que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el precio de lo vendido, y lo ponían a los pies de los apóstoles; y se repartía a cada uno según su necesidad», Hechos 4:34-35.

No quiero dar a entender que estoy diciendo: «Vendan todas sus posesiones y tráiganlas a la iglesia», sino que hago énfasis en que lo recaudado, sea lo que sea, debería ser utilizado para suplir las necesidades básicas de los hermanos. Lamentablemente, poco existe de esto en las «mega» congregaciones.

Finalmente leemos en 1ª Corintios 9:14-16:

«Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio. Pero yo de nada de esto me he aprovechado, ni tampoco he escrito esto para que se haga así conmigo; porque prefiero morir, antes que nadie desvanezca esta mi gloria. Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no anunciare el evangelio!»

Algunos, con la excusa de que «la biblia dice que puedo vivir del evangelio, porque soy Su ministro», hacen ostentación de cuanta cosa nueva aparece en el mercado como si tuvieran una compulsión por el consumo de productos tecnológicos, de moda, etc. Por lo general, esto hace muy mal a la persona, que en lugar de ser reprendida, es aplaudida y considerada un personaje de éxito. ¿No resulta, cuanto menos, triste?

Yo agradezco al Señor que con mis defectos y errores, me haya llamado a predicar Su evangelio a TODA criatura. Pongo en práctica la fe mediante la donación espontánea en donde aparece la necesidad. Busco formas de llevar el mensaje a los demás. No espero recompensas de este mundo, jamás me saciarían como lo hace Él. Me reúno regularmente con hermanos y nos gozamos en la presencia del Señor con alabanzas. En ningún lugar en particular, pero en presencia del Señor. Gracias Jesús!

Que el Señor los bendiga y guarde.

Sobre el dar…

Por tanto, tuve por necesario exhortar a los hermanos que fuesen primero a vosotros y preparasen primero vuestra generosidad antes prometida, para que esté lista como de generosidad, y no como de exigencia nuestra. Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará.

Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra; como está escrito: Repartió, dio a los pobres; Su justicia permanece para siempre.

Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia, para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios. Porque la ministración de este servicio no solamente suple lo que a los santos falta, sino que también abunda en muchas acciones de gracias a Dios; pues por la experiencia de esta ministración glorifican a Dios por la obediencia que profesáis al evangelio de Cristo, y por la liberalidad de vuestra contribución para ellos y para todos; asimismo en la oración de ellos por vosotros, a quienes aman a causa de la superabundante gracia de Dios en vosotros. ¡Gracias a Dios por su don inefable!
2ª Corintios 9:5-15

Cuando en el versículo 13 de este pasaje, el apóstol Pablo dice: “vuestra contribución para ellos y para todos“, se está refiriendo a los “santos” a los que les “faltaba” que mencionó en el versículo 12.

Hoy muchas congregaciones no cumplen con su rol de suplir las necesidades de los más débiles, mayormente sucede esto en las iglesias de mejores ingresos económicos, cuyos líderes han creído que eran algo no siendo nada, engañándose a sí mismos, como afirma Pablo.

Casi podría decir que estoy un poco agotado de mencionar estas cosas. Pero es necesario sacar a la luz lo que algunos hacen en la oscuridad (aún en aquel tipo de oscuridad propia de su “iluminación”) .

2ª de Corintios 9:7 dice: “Cada uno dé como propuso en su corazón:  no con tristeza,  ni por necesidad” y continua…

¿Cómo será que un cristiano pueda dar “por necesidad”?  Es interesante… Se los dejo para que lo mediten ya que pareciera que se trata de una incongruencia del apóstol, pero nada tiene de tal.

Que el Señor les bendiga!

Iglecrecimiento

He leído en el blog de Carlos Salazar “Teología e Historia” un tema: Lo que produce crecimiento en la Iglesia.

Que comienza con unas preguntas:

“¿Cuál es el secreto para el crecimiento continuo de la iglesia? ¿De qué depende?”

y luego continúa diciendo “es difícil explicar con certeza qué produce el crecimiento en la Iglesia” y posteriormente detalla una serie de 10 características que poseen las iglesias “crecientes y saludables” y que “producen crecimiento” a saber:

1.- Poseen un liderazgo visionario.
2. Desarrollan ministerios de acuerdo con los dones a disposición y evangelizan de acuerdo con las necesidades.
3. Esparcen una espiritualidad contagiosa.
4. Establecen prioridades en consonancia con el orden bíblico.
5. Adoptan estructuras funcionales.
6. Planifican servicios de adoración inspiradores
7. Desarrollan un programa de células integrales
8. Son amigables.
9. Siguen una metodología eficaz para hacer discípulos
10. Reconocen el valor de los diversos grupos humanos

Hasta aquí el resumen de lo escrito por Carlos Salazar, (remítase al vínculo ofrecido para leerlo en su totalidad si lo desea).

******************

Este tema que tan por encima es tocado como un “fenómeno” avivatorial contemporáneo y consderado benéfico, me tomé el atrevimiento de contestar del siguiente modo:

Me extrañó encontrar esta explicación en este blog, dedicado aparentemente a la teología.

Ya el primer párrafo plantea: “¿Cuál es el secreto para el crecimiento continuo de la iglesia? ¿De qué depende?”

En primer lugar: Sería conveniente marcar una diferencia entre la “Iglesia” del Señor, (su esposa, su cuerpo) y aquel caudal de gente que asiste a una congregación determinada. Ya se trate de oyentes de mensajes tan vanales como “la prosperidad”, “la sanidad”, “cruzadas de milagros”, o más recientemente “recitales” ó “festivales multitudinarios” de dudoso fruto (excepto claro, una masiva propagandización de libros y éxitos humanos personales).

En segundo lugar: Hablar de “crecimiento continuo”, por ver el ingreso de personas a un establecimiento, es afirmar demasiado. Sólo el Señor sabe si estas multitudes son realmente Su Iglesia o pertenecen al grado de “hojarasca”.

Que muchos asistan a un lugar, no precisamente indica que el tal lugar predique una doctrina sana y acorde al corazón de Dios.

Todos los Domingos, es posible ver canchas enteras en todo el mundo con grandes multitudes (muchas de ellas unidas y con un mismo sentir), o bien, recitales de diversos géneros musicales con armoniosas multitudes que encienden velas (o celulares) por la paz y demás gestos tan gratos como demagógicos e inútiles a los fines prácticos del mundo. Pero, sin embargo, el fútbol no salva… y la paz, no llega sólo con “buenas ondas”.

Con lo cual, reunirse en multitud, no garantiza: ni la salvación, ni la atención de aquellos que escuchan, (aún si los parlantes pudieran ser transplantados al cerebro de cada asistente) aún cuando se repita la biblia entera de punta a punta varias veces.

Mucho menos “glorifica” a Dios, el agobiante marketing de los productos del pastor o líder de turno.

Volviendo al escrito:

Las preguntas del primer párrafo mencionado, se responden con la sola mención de algunos pasajes que concluyen en una misma conclusión, confirmando la sencillez y el poder de la palabra del Señor:

1) “Yo planté,  Apolos regó;  pero el crecimiento lo ha dado Dios.” 1ª Corintios 3:6.

2) “Así que ni el que planta es algo,  ni el que riega,  sino Dios,  que da el crecimiento.” 1ª Corintios 3:7

3) “de quien todo el cuerpo,  bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente,  según la actividad propia de cada miembro,  recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.” Efesios 4:16.

4) “y no asiéndose de la Cabeza,  en virtud de quien todo el cuerpo,  nutriéndose y uniéndose por las coyunturas y ligamentos,  crece con el crecimiento que da Dios.” Colosenses 2:19.

Leyendo estos pasajes “por encima”, quizá alguien podría interpretar que el crecimiento sólo viene a través del esfuerzo y la aplicación de diversas estrategias.

Leyendo los pasajes mencionados (y sus contextos) e hilando un poco más fino (sólo un poco) es posible reconocer que sólo basta con estar unidos.

O sea, “¿De qué depende?” pareciera ser una pregunta sin relación a la respuesta planteada por Salazar.

“Unidos”, no necesariamente significa estar “reunidos” bajo un mismo techo, bajo una misma denominación, bajo una “visión”. Unidos, significa ser tan dependientes del Espíritu de Dios como el resto de los que componen la Iglesia de Cristo (aclaro: de los que la componen, y no sólamente de los que asisten en masa sin formar parte de la verdadera Iglesia).

Cristo es la cabeza, los cristianos el cuerpo, el Espíritu Santo es como el Sistema Nervioso Central que nos comunica a todos (así como en nuestro organismo por medio de las neuronas con sus señales eléctricas) las señales acerca de quiénes son verdaderos cristianos y quiénes aparentan serlo.

No poseer tal discernimiento es un preocupante motivo de atención. Pedírselo al Espíritu Santo y aprenderlo a escuchar cuando nos habla, nuestra obligación.

Es posible (por años) vagar dentro de un “ministerio” creyendo que se está en la misma gloria, para chocar finalmente nuestras narices con la realidad de que se nos han pasado años de nuestra vida detrás de molinos de viento, cuando la verdadera acción y la obra de Dios se encontraba fuera de las cuatro paredes tan ungidas y mundialmente reconocidas…

Que el Señor te bendiga!

Raimundo Baravaglio
http://www.mensajedefuego.org

¿Como es posible que el orgullo?

¿Cómo es posible que el orgullo,
ponga su mano en el arado,
junto al pastor que descuidado
le dio lugar al lado suyo,
permitiendo que ese yuyo
acabe con lo que ha sembrado?

¿Cómo pensar que un hombre santo
llegue a jactarse de “su” obra,
desestimando que si cobra
en este mundo de quebranto
en el eterno no habrá tanto
pues habrá de tener sobras?

¿Cómo llegar al extremo
de confiar en su persona?
Lo he vivido, y no es broma,
desde que nací de nuevo,
¡ya no caigo en ese agujero
de serpiente que no asoma!

Mis ojos se han abierto,
me cansé de los oscuros,
entre encuentro, reunión, curso,
y un afán aventurero
me  metí tanto de lleno
que olvidé si Dios me puso.

¡Ahora veo! Ya no hay vendas,
no hay mentiras, no hay contiendas,
no hay palabras endulzadas,
ni hay intérpretes de nieblas,
¡Dios conoce mis pisadas,
y al fin veo bien Su senda!

Opinión sobre el campo

He copiado un texto extraído del diario electrónico “Pulso Cristiano”, en relación a diversas posiciones sobre el paro del campo. Posteriormente planteo mi visión del asunto.Reacciones evangélicas y religiosas por el lock out de empresarios ruralistas
El conflicto entre el Gobierno nacional y organizaciones empresarias ruralistas que rechazaron medidas oficiales con un lock out inédito que se prolongó por tres semanas y provocó desabastecimiento de alimentos y cortes en el autotransporte de pasajeros y mercaderías, motivó diversas reacciones de entidades evangélicas y religiosas. Aquí, una síntesis de esas reacciones, cuyos textos completos pueden solicitarse a documentos@pulsocristiano.com.ar :

1 – La federación ACIERA llamó a la reflexión, para que se sienten ambos sectores en una mesa de negociación a los efectos de poner fin a este conflicto. En un comunicado, la entidad expresó su disposición pastoral para colaborar en cualquier proceso que tienda al diálogo y a la paz de los argentinos.

2 – La Federación de Consejos Pastorales de la Provincia de Buenos Aires afirmó que “la falta de diálogo de ambas partes –gobierno y sector del campo–, nos ha preocupado profundamente, ya que oramos por una Argentina unida, solidaria y pujante y creemos que se puede lograr”.

3 – La Convención Evangélica Bautista Argentina expresó “su profundo anhelo que la situación que hoy nos enfrenta como argentinos, finalice y que mediante el diálogo maduro y responsable se puedan generar las propuestas que permitan superarla”.

4 – Las Iglesias Reformadas en Argentina emitieron una carta pastoral donde recordaron a las entidades patronales ruralistas que “la tierra es de Dios y que su finalidad es ser instrumento de bendición para el conjunto”.

5 – La Comisión Ecuménica de Iglesias Cristianas de la Argentina expresó en un comunicado “su profunda preocupación por la escalada de violencia y división en el país” a causa de la medida empresaria y la respuesta del Gobierno.

6 – La Confraternidad Argentina Judeo Cristiana exhortó a dejar de lado las apetencias personales y pensar en “nuestra bendita Nación, que nos está reclamando sensatez, cordura, equilibrio, justicia y un diálogo profundo y sincero”.

7 – El Diálogo Ciudadano, un espacio integrado por diferentes credos y organizaciones de la sociedad civil, invitó a la sociedad a superar el “momento de tensión y reflexionar acerca de la importancia del diálogo y la convivencia pacífica”.

Hasta aquí las diversas posiciones y opiniones por parte de las distintas organizaciones religiosas.

Yo considero el diálogo como un fluir ordenado y a su tiempo de palabras entre dos o más personas.

No es un diálogo si no escucho a mi interlocutor.

No es un diálogo si me paro en una tarima o palco para decir lo que me venga en gana en contra de ficticios enemigos, a los cuales me encargo (por las dudas) de intentar dejarlos mal parados ante el resto de la opinión pública.

Existen varios actores en este escenario de la actualidad Argentina.

Los productores del campo (agro, avícolas, ganaderos, sojeros, etc), los políticos del gobierno, los políticos opositores, los gremialistas, el periodismo y la gente común.

Mientras se continúe con esta parodia, en donde un sector sólo se les dice: “Shhh…”, a todo el resto de los actores, sin dar la más mínima señal de que algún día serán atendidas sus propuestas, será difícil hallar soluciones al conflicto.

No estoy del lado de ninguno, ni quiero ponerme a favor de nadie. Sólo digo lo que está a la vista. Desde cualquier punto, es posible ver un lado bueno y un lado malo.

La gente del campo plantea cuestiones lógicas con palabras respetuosas y sin agresiones (excepto, por supuesto, lo agresivo que resulta un desabastecimiento de alimentos en el país).

Los gobernantes, con sus discursos más pensados para el bombo que para pacificar la situación, echando más leña al fuego en una clara señal de su pobreza de ideas.

Los gremialistas, que cuando las políticas del gobierno de turno no son las de su propia ideología, son capaces de empujar hasta la destitución a cualquier candidato. Pero cuando lo desean se convierten en los más oficialistas y amantes de la democracia.

Los periodistas, amantes y predicadores de la “independencia” de la información, dando vergonzosas concesiones y volcándose 24 horas enteras hacia un único mensaje. (Ignoro si se habrá tratado de real censura, tal como denunció la oposición).

La oposición, que aparece tan unida (pero sólo en los momentos de caos) para hacer leña del árbol caído, o bien, para arrimar voluntades y esperar sacar ventaja de ello. El resto de los años de gobierno, sólo se dedica a armar bloques de poder pensando en sus propias posiciones electoralistas futuras.

La gente común, que en vísperas de una inflación galopante (y ante la mirada perdida de autoridades que parecieran vivir en una burbuja mágica de eterna felicidad y repleta de bellas pompas cristalinas de auto-elogios y dudosos “logros”) sale a la calle a expresar su desencanto con aquel tipo de proyecto que en un momento creyó, casi ingresando a esa misma burbuja mágica por unos instantes, pero del cual despierta con el sabor de haber sido nuevamente estafada en su buena fe.

Estos son los actores. La trama de esta realidad, atravesó feliz su introducción. Actualmente se encuentra en un nudo complejo de desatar y se avisora un desenlace oscuro.

Conociendo la materia prima con que se cuenta, en este desenlace es posible esperar cualquier cosa. Puede tener un final triste, como puede tener un final feliz, y cualquiera de estos puede durar años…

Todo depende de un diálogo. Sentarse a conversar. Discutir proyectos.

La tregua es de 30 días…

Perdón… Ya casi pasó un día entero, comienza la cuenta regresiva, sólo faltan 29.

El Señor permita que esta tierra tan bendecida por Su mano pueda devolver a quien la trabaja el fruto del trabajo de sus manos. Que el Señor arranque todo tipo de mentira de la boca de quienes deben arremangarse y ponerse a trabajar, en lugar de dedicar su tiempo a dar discursos.

Gracias por esta tierra tan rica, Señor. Danos sabiduría para que nos alcance a nosotros y también para que podamos compartir con otros pueblos arrasados hoy por hambrunas en todo el mundo.

Danos generosidad y coherencia al administrar los recursos de Tu creación para hacer justicia al pobre y al hambriento.

Danos inteligencia para tomar decisiones sabias y no caer en la arrogancia de los necios.

Proveenos las herramientas para alcanzar metas de bendición que incluyan a todos, y no sólo a unos pocos.

Amén !

Raimundo Baravaglio
http://www.mensajedefuego.org

..

La Cuenta Cuentos

Dejo este post, pues gracias a ella quizá mi esfuerzo literario salte al fin hacia la fama y los grandes estudios de Hollywood, o los teatros de Broadway, comiencen a llamarme una y otra vez gracias a la solidez de mis argumentos…

Bueno. No es para tanto…

Lo cierto es que una docente conocida, quien se dedica a sus 59 años a contar cuentos e historias, ha salido en el suplemento zonal del diario Clarín en Vicente López, provincia de Buenos Aires.

Un fuerte aplauso para Juana Figueroa !!!

Y que sigan los éxitos.  A Juana le entregué cierta vez mis cuentos y me pidió uno para ponerle voz e interpretarlo, lo que me llenó de satisfacción y me ayudó a amar más la tarea de escribir. Son esos gestos que mantienen encendida la mecha.

juanitafigueroa_enclarin.jpg

 (Haga clic en la imagen para verla en tamaño completo)

Maestra de Campo

Por la pereza del tiempo
el otoño estaba tibio,
ya que en el Chaco, el verano
es como dueño del sitio,
y a veces demora en irse
sin importarle el destino.
Por eso es que aquella tarde
cuando bajó a la estación
del lerdo tren que vino,
su cuerpito era una brasa
por nuestro clima encendido
y se quedó en el andén
como asustada y con frío,
por ser mucha juventud
pa’ terreno tan arisco.
A más, mujer, buena moza
y en pago desconocido
.
Y allí se quedó parada
en vago mirar perdido
por querer disimular
su temor a estar tan sola
y sin saber el camino.
Pero al momento nomás,
las toscas manos de un gringo,
callosas de tanto arar
y de pelearlo al destino,
se acercaron bondadosas
y con ternura de niño,
le dieron la bienvenida
en nombre de la escuelita
que hace mucho la esperaba,
triste en medio del monte,
para alegrar a sus hijos.
Subieron al viejo carro
de aquel colono sufrido,
y comenzaron a andar
entre una nube de polvo
por el reseco camino.
Cuando llegaron al rancho
la noche ya había encendido
sus farolitos del cielo
y el canto arisco del grillo.
Y fue por eso, tal vez,
que entre las cuatro paredes
de aquel su humilde cuartito,
una angustiosa tristeza
entraba a clavar cuchillos
como queriendo matar
esa noble vocación
que en su pecho había nacido.
Pero le llegó la mañana,
y el sol con todo su brillo
desdibujó las tinieblas
que habían querido torcer
las huellas de su destino.
Y aunque llorando por dentro,
masticando soledad
en aquel lejano sitio,
puso firmeza en el paso
y fue a buscar el amor
de aquel puñado de niños
que hace mucho esperaban
en la escuelita de campo
clavada en Pampa del Indio.
Y desde entonces su vida
se hizo horcón de guayacán,
se hizo paredes de adobe,
se hizo terrón para el quincho.
Y armó con todos sus años
aquel rancho para el alma,
con un letrero invisible
que decía en letras de amor:
aquí hay saber y cariño.
Y fueron treinta los años.
Y fueron muchos los niños
que luego se hicieron hombres
y mandaron a sus hijos.
Ella no pudo tenerlos
porque la flor de su vida
se marchitó entre los montes
y nunca llegó el amor
a golpear en la ventana
de su rancho de cariño.
La escuela le había pedido
hasta ese sacrificio:
que se quedase soltera,
porque precisaba intacto
todo el amor que tuviera
para entregarlo a los chicos.
Y en eso de darlo todo,
un tibio día recibió
en una nota oficial,
algo que la estremeció:
después de mucho esperar
el Consejo le anunciaba
que había sido jubilada
en premio por su labor.
¿Era premio o era castigo? –
mil veces se preguntó.
“No se vaya señorita,
quédese a vivir aquí,
si nosotros la queremos,
¿por qué se tiene que ir?”.
Esas voces, y unas manos
que se agitaban sin ruido,
fueron únicos testigos
de aquella amarga partida.
Ella entraba en el olvido.
Allí dejaba sus años,
allí dejaba su vida.
La polvareda del sulky
y manitas color tierra,
fueron su único homenaje
en aquella despedida.
Adiós, señorita Rosa…
Adiós, maestra de campo…
En Usted a todas les canto,
los maestros de mi tierra.
No sé si mi estrofa encierra
y expresa lo que siento.
Pero tan sólo pretendo
oponer a tanto olvido
mi simple agradecimiento,
ya que la Patria les debe
el más grande y merecido
de todos los monumentos.

Autor: Don Luis Landriscina.

Autor: Don Luis Landriscina. Humorista, Contador de cuentos y anécdotas.
Este texto fue rescatado del libro “De todo como en galpón” de editorial Imaginador. Libro que el autor dedicara (entre otros) a la ternura de sus padres adoptivos: Doña Margarita y Don Santiago.

Hermana abusada. Crónica del abuso.

El vínculo familiar en el abuso suele ser un agravante en cuanto a lo legal.

Ignoro los aspectos legales del abuso pero, aunque considero que existen herramientas para hacer frente a un abusador con artillería legal, no creo que sean suficientes (como en muchos otros ejemplos y tipos de daños) para combatir las heridas que van por dentro.

¿Es suficiente el evangelio para sanar heridas tan profundas?

Largo es el camino y el proceso para desandar violencias injustificadas hacia nuestra persona. Aún en el camino del Señor, vemos que no es suficiente (muchas veces) con el consejo, con la reprensión, con la predicación, ni con las reuniones de sanidad interior entre otras “soluciones evangélicas” tan distantes de lo que la biblia enseña.

Es compleja la mente del ser humano, pero sencillo el evangelio.

Personalmente creo en el poder del evangelio, y sé que es suficiente para cambiar las vidas y restaurar a las personas, pero no me fío del evangelio en el que se suele creer actualmente.

El evangelio es poder de Dios. Puro, eterno, ilimitado y accesible para los cristianos. De eso se trata pues, Él es nuestro padre. Hemos sido engendrados por el evangelio (eso dicen las escrituras). Heredamos por tanto el caudal divino de poder necesario para estar de pie frente a cualquier cosa que nos pueda suceder en este mundo.

Aún así, existen etapas en donde nuestra antigua naturaleza (llamada “carne” por el apóstol Pablo) intenta que veamos la realidad con la mirada que teníamos de las cosas antes de conocer a Dios.

El conflicto muchas veces es severo. Por momentos lo es tanto, que nuestra fe y hasta nuestras propias convicciones cristianas, tan firmes hasta hace un minuto, comienzan a tambalear de modo peligroso.

Es parte de la lucha que mantenemos mientras estamos de paso por este período corto de tiempo al que llamamos vida.

Pues bien. Hace pocos días, una hermana en Cristo, me comentó de su dolor. Casualmente hablando de temas relacionados a mi familia y a ciertos comentarios que hice sobre mi hija, ella mencionó lo siguiente rompiendo en llanto en el transcurso de su comentario:

– “¡Cómo se ve que la querés a tu hija!” – y prosiguió:

– “Yo no tuve una infancia en donde fuera amada. Mi madre nos abandonó cuando éramos muy pequeños. Mi padre bebía alcohol y siempre estaba borracho. Nos colgaba de una cuerda que tenía para colgar la ropa y allí, desnudos con frío o calor, nos castigaba con latigazos de tres tiras.”

– “Nos gritaba cosas como: “Así van a aprender estos hijos de la prostituta!” refiriéndose a nuestra madre.”

– “Con el tiempo crecimos y por un tiempo vivíamos con nuestra abuela.”

– “Desde edad muy temprana, nuestro padre nos prostituía con sus amigos con el único propósito de obtener un poco más de vino… La imagen que tengo de mi propio padre no es buena. Tampoco la de mi madre.”
– “Más adelante escapé y viví por mucho tiempo en la calle, de donde fui rescatada por el Señor”.

– “Pero mis problemas, aún en la convivencia con otros cristianos, siempre me produjo problemas”.

Lamentablemente no he podido escucharle más tiempo. Mi trabajo en relación de dependencia me impidió mantener un diálogo más prolongado para conocer cuál es su estado actual en Cristo.

Pero no es el único problema. Ya he recibido mensajes de personas que han padecido violaciones, abusos y maltratos por parte de familiares (padres, hermanos, etc). En todos los casos, el resultado es una fe debilitada por el conflicto de no poder “encajar” en el marco de esta sociedad perfeccionista (tanto más en el ambiente cristiano), en donde todos estos temas son verdaderos “tabús” que de una vez por todas deberían ser puestos sobre el tapete y conversados a fondo.

Sólo quería escribir estas líneas para no olvidar. Para que otros también recuerden. Generalmente siempre tenemos alguna marca de nuestra infancia que recordamos como cosa no deseada.

Que el Señor los bendiga !!!

Raimundo

Iglesparcimiento

Hoy quiero sumarme a la moda. ¡Quiero ser alguien popular!

Porque sigo las corrientes actuales en donde a todo se le nombra con palabras nuevas, inventadas por brillantes mentalidades (vaya a saber uno inspiradas por quién)…

Porque no quiero ser tildado por el resto de los creyentes como un loco que habla palabras antiguas y que jamás se actualiza (iba a escribir “que jamás se aggiorna” pero hasta eso es obsoleto…) pretendo imponer hoy (sí hoy!) un nuevo término:

Se trata señoras y señores de la palabra: “IGLESPARCIMIENTO” (no se amontonen que hay para todos, ya llego al fondo señora, ¿para qué otra persona más?).

Algo ocurre en muchas congregaciones, en donde para convertir el evangelio en algo atractivo (como si necesitase que se le añada algo más a lo que Cristo hizo en la cruz) a fin de que vengan al templo la mayor cantidad de personas, hacemos uso de una indiscriminada palabrería santificada por los medios que justifican los fines (sean éstos cuales sean).

Iglecrecimiento es una palabra que está en boca de los cristianos (desde hace ya varios años). Sobre todo en boca de líderes y también en entidades que nuclean congregaciones.

He leído los proyectos que algunas de estas entidades publican en sus propios sitios, en donde Cristo pasa a ser simplemente una excusa para alcanzar las metas planteadas. Llenan de palabras sus textos sin decir absolutamente nada nuevo y como si esto fuera poco invitan a otros a seguir su ejemplo. Lo siento, prefiero el camino angosto.

He visto un video interesante de un joven predicador (Paul Washer) que con un mensaje claro, desbarata varios “formalismos viciosos” tan populares entre los creyentes de hoy.
¡Y más aún! Pone en evidencia la ausencia total de atención de su audiencia cuando les dice:
“No sé por qué me aplauden, les estoy hablando a ustedes !!!”

Mejor aún, me gustó el segmento previo a su mensaje, en donde dice: “Escucha la palabra de Dios y comienza a hacerte preguntas”.

Hay otros muchos momentos de su predicación que se me hacen interesantes, como cuando menciona: “Mucho de nuestro cristianismo está basado en clichés (frases publicitarias) que leemos en las remeras cristianas. Mucha de nuestra cristiandad viene de compositores de canciones, no de la Biblia”.

Vivimos en una época, en donde todo se sirve en bandeja, en donde el evangelio ya viene “premasticado” para que sólo debamos agregarle agua y hielo, batirlo y no detenernos a preguntar cuál es el origen o procedencia de sus componentes (en donde se incluyen: dogmas, doctrinas e interpretaciones personales y descontextualizadas).

Este desvío de la verdadera senda (que continúa siendo tan angosta como siempre) ha sido el fruto por el cual se conoce hoy el árbol.

Hermanas y hermanos… Estamos frente a un árbol malo. Lleno de vacíos entretenidamente decorados, con un sabor a mundanalidad finamente disimulado con efectos especiales y música que imita lo santo pero limita con la idolatría (y no precisamente hacia el Señor) y en ocasiones hasta con lo sensual. Rodeados de actividades sin valor duradero en la eternidad. Alcanzados por una gran ola de santidad premoldeada y sintética. (Hasta tenemos “pastoras” que han tenido que operarse los senos por una cuestión meramente estética -”porque me sentía chata y mal” – es la excusa más común que se suele escuchar pero que no posee ningún argumento bíblico que lo avale).

A esto me refiero cuando menciono el IGLESPARCIMIENTO. A un espacio en donde confluyen cientos o miles de personas para pasar un rato cantando, saltando, dándose aires de superioridad unos a otros de acuerdo a qué grado de crecimiento hayan llegado en su “escalera hacia la nada”. Ah! Lo olvidaba… Se lee la biblia, (porque según el grupo, es su “fundamento”) pero sólo unos versículos -a veces ni siquiera eso- y se menciona muchas veces “Señor, Señor”, algunos “Glorias”, varios “Aleluyas” y muchos “Amenes”, aunque sólo para que el predicador de turno sepa que su audiencia no se ha dormido, ninguno presta mucha atención a los mensajes.

Es lógico (y esperable) que quienes viven en medio de tales “sopores” se vuelvan contra el autor de escritos como éste. A Esteban lo han apedreado, al predicador de este video, no se lo ha vuelto a invitar nuevamente a esa convención de jóvenes, pero lo mejor de todo es que el Señor sigue obrando más allá de ellos o nosotros.

La obra de Dios continúa y continuará muy a pesar nuestro. No se acabará al morir nosotros, ni necesitará que estés tú (o yo, o cualquiera) presente para poder seguir trabajando. Y no me refiero a la continuidad de la obra de construcción de un templo, ni a la sucesión hereditaria de un ministerio determinado. Me refiero a la genuina y eterna Obra de Dios, de la cual sólo somos un pequeño y minúsculo engranaje (ah! olvidé decir que además, este engranaje es 100% prescindible).

Aquí les dejo el video para que lo vean. No es el mejor de todos los mensajes que he escuchado al respecto. Pero contiene mucho ataque hacia la hipocresía a la que muchas veces hemos sido conducidos. Algunos hemos podido huir a tiempo. Otros… no sé si lo logren.

 VER EL VIDEO: EL CAMINO ANGOSTO

Para descargarse el video, pueden hacerlo desde el siguiente vínculo:
EL CAMINO ANGOSTO

Que el Señor les bendiga !!!

Raimundo.

El primer «Gran Hermano»

No piensen que voy a hablar del programa televisivo. Sólo decir al respecto de dicho esfuerzo mediático que nada tiene que ver al panorama que pinta su creador George Orwell en su novela 1984.

Tantos comentarios he leído al respecto del creador de este ¿»fenómeno»? de la televisión, que lo único que tiene de fenómeno es que revela la decadencia social que permite que muchos se inclinen hacia tales escenarios.

Como dije, leí muchos comentarios sobre la «célebre» novela de George Orwell: «1984».

Como persona interesada en la literatura, me interesó y leí el libro.

Tal como lo define el editor, es un «magnífico análisis del poder». No pareciera que hubiera sido escrito en el año en que se escribió (1948) el autor pareciera haber jugado con su título un simple cambio de roles en sus dos últimas cifras.

Lo cierto es que se trata del poder a nivel mundial. No dice nada nuevo, pero tal como el autor dice de su personaje: «Pensó Winston que los mejores libros son los que nos dicen lo que ya sabemos».

Luego plantea un sinnúmero de temas relacionados con las clases sociales. Menciona que indefectiblemente conviene a los gobernantes que sigan existiendo los pobres, los de clase alta y los de clase media. Plantea una visión realista de las sociedades, sin desperdiciar opiniones sobre los deseos generales de los hombres.

Por ejemplo: La idea de que todos nos llevemos bien y podamos gozar todos de los mismos beneficios. La igualdad entre los hombres y demás temas utópicos ya conocidos, planteados como herramienta de poder en manos de seres que conociendo los movimientos históricos de las sociedades se aprovechan de tales vaivenes para lograr manejar al resto.

Está muy bien planteado, en ese aspecto y deja ver cierta visión negativa del futuro.

Su futuro, es ya pasado para nosotros. El año 1984 quizá ni lo recordemos. Pero las cosas que se leen en este libro son aplicables a la realidad actual de la humanidad. Si bien no han sucedido algunas de las cosas que allí se mencionan, otras sí pueden llegar a pensarse como posibles.

En un párrafo puede leerse:

«El problema era mantener en marcha las ruedas de la industria sin aumentar la riqueza real del mundo.

El acto esencial de la guerra es la destrucción, no forzosamente de vidas humanas, sino de los productos del trabajo. La guerra es una manera de pulverizar o de hundir en el fondo del mar los materiales que en la paz constante podrían emplearse para que las masas gozaran de excesiva comodidad y, con ello, se hicieran a la larga demasiado inteligentes.

Lo que interesa no es la moral de las masas, cuya actitud no importa mientras se hallen absorbidas por su trabajo, sino la moral del Partido mismo. Se espera que hasta el más humilde de los miembros del Partido sea competente, laborioso e incluso inteligente -siempre dentro de límites reducidos, claro está-, pero siempre es preciso que sea un fanático ignorante y crédulo en el que prevalezca el miedo, el odio, la adulación y una continua sensación orgiástica de triunfo«.

No parece alejarse mucho de lo que algunos líderes cristianos esperan de sus ovejas.

Obviamente que llenan sus bocas de la «bendición» que Dios traerá a las vidas de los que creen, pero en lugar de administrar en forma equilibrada los ingresos, se enriquecen de modos que ni aún los más mundanos han conocido ! Y esto es sólo lo «visible» de su pecado.

Quiero seguir con un último párrafo del libro y termino.

Se trata de un diálogo entre el personaje de la novela y un miembro del Partido, quien recientemente lo terminaba de torturar para doblegar su voluntad:

«– ¿Sabes dónde estás, Winston? -dijo O’Brien.

– No sé. Me lo figuro. En el Ministerio del Amor.

– ¿Sabes cuánto tiempo has estado aquí?

– No sé. Días, semanas, meses… creo que meses.

– ¿Y por qué te imaginas que traemos aquí a la gente?

– Para hacerles confesar.

– No, no es esa la razón. Dí otra cosa.

– Para castigarlos.

– ¡No! – exclamó O’Brien. Su voz había cambiado extraordinariamente y su rostro se había puesto de pronto serio y animado a la vez -. ¡No! No te traemos sólo para hacerte confesar y para castigarte. ¿Quieres que te diga para qué te hemos traído? ¡¡Para curarte!! ¡¡Para volverte cuerdo!! Debes saber, Winston, que ninguno de los que traemos aquí sale de nuestras manos sin haberse curado. No nos interesan esos estúpidos delitos que has cometido. Al Partido no le interesan los actos realizados; nos importa sólo el pensamiento. No sólo destruimos a nuestros enemigos, sino que los cambiamos. ¿Comprendes lo que quiero decir?»

Finalmente, les debo el desenlace… No lo he terminado de leer. Pero quería que tuvieran contacto con estos textos para reflexionar sobre las posibilidades que tenemos.

¿Por qué el Señor nos capacitó con la razón si la fe no la requiere? ¿Qué uso, en el Señor, podemos darle a nuestro razonamiento? ¿Por qué motivos tememos utilizar el razonamiento, en muchas ocasiones? ¿Porque nos enseñaron, acaso, que hay ciertas cosas que deben quedar tal cual están? ¿Porque otros han estudiado y por lo tanto nosotros no debemos preocuparnos por comprender las escrituras por nosotros mismos?

¿Acaso no podemos pedirle cada uno de nosotros al Espíritu Santo que sea nuestro maestro y nos explique los pasajes oscuros?

¿Acaso preferimos tener una relación con Dios sólo cuando nos «crean el ambiente adecuado» en lugar de buscar (y encontrar genuinamente) al Señor en todo tiempo y lugar?

Por «ambiente adecuado» entiéndase lo siguiente: Muchas veces he escuchado decir que el Espíritu de Dios desciende cuando hay adoración. Que para que la adoración sea realmente del espíritu debemos batallar contra la carne en adoración hasta «entrar en la presencia» de Dios.

Es cierto que muchas veces, tenemos la cabeza embotada en muchas cosas y nos cuesta concentrarnos al orar. Pero… ¿sólo encuentras al Señor a las 19:30 en tal o cual iglesia?

Si tienes que hablar con el Señor, ¿no podrá oírte en cualquier momento y lugar?

¿Tiene el Señor dirección y horarios específicos?

Pues si eso crees, no creemos en el mismo Dios.

Que el Señor abra tus ojos y puedas andar en el Espíritu, orando en todo tiempo y lugar.

Raimundo

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